Momentos Literarios (Spanish Edition)

“... He dicho que era un escritor intuitivo. Era así, y sigue siéndolo, ahora que estoy casi al final. Nunca tracé un plan. No seguía ningún método. Trabajaba intuitivamente. Mi objetivo cada vez era escribir un libro, crear algo fácil e interesante de leer. En cada etapa solo podía trabajar dentro de los límites de mis conocimientos, mi sensibilidad, mi talento y mi visión del mundo. Todo eso fue desarrollándose con cada libro. Y tenía que escribir los libros que escribí porque no había otros sobre esos temas que me ofrecieran lo que yo quería. Tenía que aclarar mi mundo, esclarecerlo, para mí mismo.“

O maior milagre: começar a escrever um livro 

“... Ya estoy cerca del final de mi obra. Me alegro de haber hecho lo que he hecho, estoy contento creativamente de haberme animado a llegar hasta donde podía llegar. Por mi forma intuitiva de escribir y también por el carácter desconcertante de mi material, cada libro ha sido una auténtica bendición. Cada libro me ha sorprendido; hasta el momento de escribir no sabía que el libro estuviera allí. Pero para mí el mayor milagro era empezar. Creo –y la angustia sigue siendo muy intensa– que fácilmente podría haber fracasado antes de comenzar.

Voy a terminar como empecé, con uno de los maravillosos ensayos de Proust de Contra Sainte-Beuve. «Las cosas hermosas que escribiremos si tenemos talento están dentro de nosotros, confusas, como el recuerdo de una melodía que nos cautiva aunque no seamos capaces de retomar su contorno. Quienes están obsesionados con este recuerdo borroso de verdades que no han conocido son quienes poseen un don. […] El talento es como una especie de recuerdo que les permitirá finalmente acercarse a esa música confusa, oírla con nitidez, fijarla en la memoria.»

El talento, dice Proust. Yo diría la suerte, y mucho esfuerzo y trabajo.“